Oh, si. Kuchiki Byakuya odiaba a Kurosaki Ichigo por obvias razones que todos sabían, mas no justificaban. Kurosaki a veces pensaba horrorizado que su cuñado estaba enamorado de su futura esposa. Trago saliva y vio como el noble se sentaba en frente de el. Una de las mujeres de la servidumbre de la mansión Kuchiki trajo para ambos shinigamis de alto nivel espiritual tazas con te, una para cada uno de los dos. El ambiente era algo tenso, pero ameno. Raro. Byakuya tenía los ojos cerrados mientras esperaba que Ichigo diera señal de estar en este mundo, pero para el noble alzado el humano era tan exageradamente estupido e inútil que seguramente el tendría que dar inicio a la conversación y así lo hizo.
-Kurosaki.-Ichigo dio un respingo al escuchar su apellido.-¿A que has venido?-
-Ah, pues…-E Ichigo se sintió como un completo idiota. Ichigo se rasco la cabeza, como si pensara que le diría al noble frente a el. Oh, como lo odiaba de verdad.
Es verdad, ¿Qué demonios hacia ahí? Ni siquiera el miso podía creer que estuviera ahí presente para pedirle permiso de casarse con Kuchiki Rukia. ¿Pedirle permiso? ¡DIOS! ¡Pero si estaban en pleno siglo XXI! Ah, pero tenia que hacerse notar a el mismo que en la SS, todavía estaban un par de siglos atrasados o mas bien MAS de un par de ellos. Suspiro sonoramente a lo que Byakuya abrió los ojos y enarco una ceja finamente, Ichigo le miro con recelo. Si, el odiaba a Kuchiki Byakuya por creerse la octava maravilla del universo.
-Veras, quiero casarme con Rukia.-Fue directo al grano.
Por segunda vez en el día, Byakuya enarco una ceja al escuchar tremenda cosa. El noble tocio asimilando lo que el chico le había dicho, Ichigo dio un sorbo a su te sin desviar su mirada penetrante de Kuchiki mayor. El capitán hizo amago de desaprobación antes de abrir la boca de nuevo, Ichigo ya le miraba desafiante para ese entonces.
-¿Estas bromeando, verdad?-Dijo Byakuya mas para si que para el colorín.-Mi hermana no se casara con una persona como tu… solo le traerás problemas. Además, dudo que ella este de acuerdo.-Byakuya de verdad quería creer eso, aunque el mismo se achacaba que era mentira. Una vil y cruenta mentira inventada por el.
-¿El que esta de broma eres tu, cierto?-Replico Kurosaki.-Ella me pidió que te dijera por tradición y por que según es importante para ella que al menos lo sepas, aunque a mi no e hace ninguna gracia o ilusión que tu me apruebes o no.-
Como siempre, Ichigo fue directo al grano, enfadando un poco al Taichou de la sexta división. Aun así, a Byakuya se le hizo apropiado de una niña de sociedad como su hermanita que haya mandado al hombre a pedir su mano como se debe, aunque ella sabia que el se negaría. Pero hay que hacer notar que Rukia, le gustara a Byakuya o no, ya no era una niña. Un punto a favor de ellos, pues Ichigo, a pesar de su odio por el noble, estaban dando la cara como se debía. Tenia que reconocer que era algo de apreciarse. Aun así, el no dejaba de ser nadie para el y su familia.
-¿Y que puedes ofrecerle a mi hermana?-
-Todo y nada.-Fue lo único que contesto antes de acabarse de un sorbo el te.-Solo eso.-
-¿Y que es todo y nada?-Ni siquiera había tocado su te.
-Lo que nadie mas le ha dado u ofrecido hasta donde se, ella misma lo ha dicho.-
-¿Ah, si?-Apoyo sus codos en la mesita y entrelazo sus manos.
-Si.-¿Tenia miedo? Para nada.-Así que con tu aprobación o no, Rukia y yo nos casaremos.-
Ichigo se puso de pie, dispuesto a irse. Sin embargo, Byakuya hizo lo mismo. Ichigo le envió una mirada matadora y siguió hablando.
-Byakuya, te enviaremos la invitación un día de estos y mas te va a valer que bayas, eres la única familia de Rukia y por lo tanto importante para ella.-Dijo a pesar de que aborrecía admitirlo.-Así que si faltas, la marcaras de por vida.-
-Te odio.-Dijo al fin.
-Yo también, cuñadito.-Dijo con una sonrisa burlona.
Kurosaki Ichigo se retiro y Kuchiki Byakuya sonrió con satisfacción. Oh, su hermana se había ganado la lotería con ese pelinaranja. Si señor, no había duda. Su familia estaría complacida con tener ente ellos al que seria el capital de la quinta división cuando todo acabara. Claro, Kurosaki no sabia nada….
No hay comentarios:
Publicar un comentario