miércoles, septiembre 01, 2010
14 Palabras para Kurosaki Ichigo Palabra III.- O… Ocio
La espuma en la bañera le hacía cosquillitas en su bien formado pecho. Se dejo relajar por completo. La jornada de trabajo había sido terriblemente fatídica para él. Guardia nocturna, consultas, partos, atropellados… ¡DE TODO! El joven y guapo doctor tallo su cien con cansancio, no tenía ganas de absolutamente nada. Prácticamente no había estado con sus dos chicas en un día entero. Suspiro. Cuando llego a su casa ninguna de las dos estaba, lo único que hallo fue una nota de su hija hablándole acerca de algo sobre una pijamada en casa de Asano Miyuki, obvia hija de Asano Keigo. Suspiro totalmente distraído, muy distraído… Tanta era su distracción, que no escucho el sonido de ropa al caer ni sintió siquiera el reiatsu de una segunda persona en el cuarto de baño. Kurosaki Ichigo estaba en la flojera total. La bella mujer se metió en la bañera, con cuidado de no hacer ruido, percatándose que su plan fue todo un éxito.
Ichigo abrió los ojos de par en par. Gimió placenteramente al sentir ciertas manitas traviesas en sus hombros y cuello. Cerró los ojos de nuevo, mientras su esposa masajeaba dicha área, justo lo que su tensado cuerpo necesitaba. La bella mujer solo sonrió, siempre caía rendido en su red. Oh, alabada sea la flojera. Ichigo sonrió y se volteo para ver de frente a su esposa, la bella mujer le sonrió dulcemente. Lo amaba tanto…
-Estas tenso, amor…-Le comento al momento en que el hombre se medio recostaba en la tina, ella se abrazo a su pecho.
-Hoy… el trabajo estuvo de la chingada…-Comento.
-¿Si?-Dijo.-Bueno, la niña se quedara a dormir en casa de Miyuki-chan, ¿ya leíste su nota?-
-Si…-Contesto. Ella mojo la yema de sus dedos y contorneo los músculos del pecho de Ichigo, el hombre se estremeció.-Oh…-Exclamo.-Ósea… que estamos solos…-
-¿Uh?-Su esposa se lo quedo viendo.-Si, ¿no?-
Kurosaki Rukia salio de la tina, dejando ver su fino cuerpo mojado. Ichigo hizo un gran esfuerzo para mantener tranquila la fluidez de su sangre y que no se saliera por su nariz. Rukia tomo su bata de baño y se la coloco, Ichigo hizo un gemido de desaprobación, ella solo rió un poco. El hombre salió igual de la tina. Ya se bañaría después de “juga”r un rato con su mujer. Tomo una toalla y se dirigió a la habitación contigua, la cual compartía con Rukia. Al entrar pudo fijarse en como la mujer desenredaba su cabello. Ichigo bostezo, tal vez no podría jugar con su esposa, estaba muy cansado.
-Ichigo…-Murmuro Rukia.
-¿mmm?-Exclamo mientras buscaba su ropa limpia.
-El cumpleaños de Masaki está cerca…-Comento.
-Oh, es verdad…-Dijo al colocarse su bóxer.-¿No ha insinuado que quiere? Lo hace todos los años…-
-Pues si…-Contesto pensando en lo mucho que torturaría a su esposo.
-Mmm…-Exclamo al terminar de vestirse.-Ya me lo sospechaba… mendiga enana linda…-
-hey, hey, hey…-Dijo Rukia volteándolo a ver mientras lo apuntaba con el peine.-Aquí la única mendiga enana linda ¡Soy yo!-
Ichigo soltó una carcajada. Definitivamente, si no fuera por esos momentos y los días de quincena, la vida sería una completa mierda. Bostezó de nuevo. Alabada sea la flojera.
-Volviendo a lo de Masaki…-Se acerco a su esposa.
-¿Vas a trabajar mas hoy?-Lo interrumpió.
-¿Eh? No… que flojera…-
-Ocioso…-Murmuro. Ichigo la abrazo por la cintura.- ¿Tienes flojera no?-
-Sí, bastante…-Apoyo su quijada en el hombro de su esposa.
Ambos quedaron en esa posición en silencio. Rukia sonrió para sus adentros imaginando las múltiples caras de su esposo al momento en que ella le hiciera cierta travesurilla que rondaba por su mente. Ichigo estaba agotado, realmente lo estaba. No tenía ganas de nada, ni siquiera de pasar un rato lujurioso con su esposa. Rukia sintió los labios de su esposo explorar su cuello, ella sonrió mientras suspiraba tiernamente.
-Ichigo…-Susurro al instante en que el posaba sus manos en sus pechos que con el embarazo habían crecido bastante y para buena suerte de Kurosaki, así se quedaron.
-Antes de que lo olvide de nuevo…-Volvió a rodear sus cintura.- ¿Qué es lo que quiere Masaki?-
-¿Ah?-Rukia sonrió con malicia e Ichigo la pudo observar por el espejo frente a ellos.
Rukia se levanto y rodeo su cuello con sus brazos. Ichigo sonrió y pego su frente con la de su mujer. Que flojera. Sin previo aviso Ichigo logro que Rukia perdiera el equilibrio y la cargo entre sus brazos. La bella mujer se carcajeo un poco. Demonios. No importa cuánto tiempo pasara, Ichigo siempre ganaba. A dormir. Ichigo la recostó en la cama y después se puso a un lado de ella, abrazándola por la cintura.
-¿Y bien?-Insistió.
-¿Uh?-Rukia se acurruco a su pecho.
-Si, lo de Masaki…-Beso su frente.
-Ah…-Exclamo.-… ¿Tienes flojera?-
-¿Qué?-Ichigo se estaba poniendo de malas.-Si, Rukia… Tengo MUCHA flojera…-Contesto.
-Ya, ya…-Rukia se rió.-Un te enojes Ichi…-Le hablo con un tono meloso. Ichigo se rió entendiendo que era la hora de la chechera. Oh, adoraba que su esposa lo mimara como si fuera un niño pequeño.-Anda mi amor, yo te quiero mucho y no te quiero ver molesto, ¿sí?-Ichigo coloco su cabeza entre el cuello y el hombro de su esposa.-…-Rukia sonrió.-Mi checho hermoso, precioso, divino…-Rukia le hablo como si fuera un bebe. Ichigo se rió a su compás, sabía que lo hacía por jugar. Oh, vaya juegos de pareja.-¡Te amo, mi vida!-
Basta de tonterías. Ichigo subió la mirada y la beso. Rukia sonrió al separarse y volvió a besarlo. Oh, adoraba esos días en que se quedaban solos. Ah, como amaban su vida de casados. Rukia se acurruco al pecho de su marido y este la abrazo con toda la disposición del mundo para dormir. Cerro suavemente los ojos, sintiendo como el pecho de su esposa subía y bajaba lentamente al compás de su tranquila respiración.
-Masaki quiere un hermanito…-Dijo. Ichigo abrió los ojos de par en par.-Pero como tienes tanta flojera…-Ella le miro con malicia.-Ni modo, tendrá que esperar mucho tiempo más…-
-¿eh?-Ichigo puso cara de incrédulo. Si, estaba oficialmente arrepentido de sus palabras.
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