PROLOGO
Era dos de noviembre, el día de todos los santos, cuentan que el primero al medio día las almas de los difuntos vienen al mundo de los vivos a visitar a sus seres queridos, y estos los esperan en su casa con una variedad de masas, panes en forma de personas (que representan a los muertos), escaleras (por donde regresan su mundo nuevamente), águilas, coronas y demás variedad de formas, también hay algunas golosinas, para aquellos que en vida les gustaba el dulce, los esperan con su bebida y su comida favorita para que ellos los bendigan más a su partida y desde donde estén, para demostrarles que aun se los recordaba y quería, el dos se encaminan al cementerio y desde su tumba al medio día los despachan con mucho rezos, cantos, y variedad de costumbres, adquiridas por familias.
Y hoy como cada dos de noviembre el cementerio estaba lleno de gente que venía a despedirse de sus muertos, aun que solo sea el cementerio de un pueblo pequeño, se encontraba aun mas lleno de lo acostumbrado, hoy daba el adiós a un hombre que fue importante en mi existencia. La lluvia caía fuertemente dando al lugar un ambiente más triste, de mis ojos salían lagrimas gruesas y solloce fuerte cuando el ataúd fue metido en la fosa y la tierra de a poco cubrió el cuerpo del hombre que me enseño a descubrir un sinfín de sentimientos, primero amor, tristeza, alegría, rabia, quien desde siempre me encerró en un mundo que nunca ame, vi como la gente se iba del cementerio acaricie la tierra húmeda; había caído sentada al lado del nicho, ¿Cómo podía ahora dejarme perdida en el mundo que me encerró?, con un millón de responsabilidades que no podría arreglar pero también sabía que debía de hacerlo, me dejaba como siempre todo a mí, desde siempre me había dejado a cargo de solucionar problemas que no me concernían en nada, pero…ahora había terminado todo… ya no tenía mi carcelero, a ese hombre pedazo de hielo con el que me case, ya no estarían más aquí para secuestrar mis ilusiones, sonreí de lado al imaginar la cara que tendría si supiera lo que tenía planeado hacer, pero no podía hacerlo después de todo el ya no sentía nada, lagrimee un poco más, murmure un adiós suave, adiós a toda mi prisión, ahora con mis veinte y nueve años quedaba libre para ser yo, adiós a la fingida felicidad, al hogar bien hecho, adiós a todo lo que me encerró.
Sentí como una mano grande y fuerte me presionaba el hombro dándome impulso a ponerme de pie, le sonreí
Te amo – le dije me enderece y me abrace a mi nueva y ultima ilusión
Mientras esta nueva esperanza de ser libre me conducía por el estrecho sendero del cementerio donde sepulte al hombre que me dio inicio, recordé con detalle cómo y cuando había empezado mi mundo a caer, a pesar que en ese tiempo yo creí que sería mi mundo feliz, el ´´vivieron felices por siempre`` que había soñado tener en mi existencia, pero con él nunca se sabía nada, era ir dando tumbo tras tumbo sola yo intentando estabilizarme.
Capitulo # 1
Conociéndote
En estas fechas de elección era la verdad muy aburrido, cada candidato político hacia promesas que nunca cumpliría y se les olvidaría una vez que se sienten en la silla presidencial de este país, me encontraba con mi hermana Miyako parada en la plaza del pueblo, en lo alto de las largas graderías que conducían a un diminuto lugar de descanso, donde se encontraban unos hombres que por su apariencia daba a mostrar que eran de buena familia daban un extenso discurso de las maravillas que realizaría su partido político una vez este en el poder, yo estaba cansada por estar parada ahí sin escuchar en realidad nada de lo que decía. A mí no me gustaba en nada la política me parecía de verdad aburrido todo eso, entendía un poco como era ese mundo aun que claro en un país y una sociedad plagada del machismo, las mujeres no estábamos adecuadas para nada mas que no sea la cocina y cuidar a los hijos, para mí eso era muy arcaico, incluso Miyako tenía los mismos pensamientos que el mío, demasiado liberales y feministas para caber en este lugar, aun que claro ahora Miyako dentro de nada cambiaría su posición, si nos encontrábamos paradas en este lugar era porque ella esperaba a su novio y futuro esposo.
Mi nombre es Rukia kuchiki, soy una chica de diecisiete años recién cumplidos, cuarta hija de una familia de seis, mi padre Matzuda kuchiki de profesión agricultor, era el hijo menor de la familia más prestigiosa y adinerada de ese pueblo donde vivía, mi madre Shirayuki Himura era una mujer que viva en la ciudad pero cuando conoció a mi padre se casaron al mes de conocerse, cuando mi padre la llevo al pueblo ella quedo enamorada de su verde paisaje y al ser aceptada por mis abuelos con los brazos abiertos ella feliz se quedo a vivir en el pueblo, desde que recuerdo ella dedico su vida al cuidado de la familia, ella estuvo al cuidado de mis abuelos cuando se enfermaron, el primero en partir fue mi abuelo y al año siguiente le siguió mi abuela, a pesar de no recordar sus caras, tenia recuerdos bien nítidos de ellos, de las cosas que convivimos con ellos, aparte de mis padres estaban mi hermano mayor Byakuya de 29 años, él era el orgullo de mis padres, por ser el primogénito a quien habían mandado a estudiar a la universidad de la capital y antes del tercer año de carrera lo dejo por que se había decidido a casarse con su novia del colegio hissanna Mao, de su misma edad era una excelente mujer que aguantaba a mi hermano y sus cambios de humor, también tenía a mi hermana mayor momo de 27 años, mis padres la casaron a los 25 con Aizen un hacendado de un pueblo vecino, tenían un hijo pequeño de tres años, quienes venían de vez en cuando a visitarnos, luego esta mi hermana Miyako que tenia ahora 20 años y ella ya había conocido al ´´hombre de su vida`` hace poco le propuso matrimonio y ella acepto en el acto, Kaien Kurosaki era un muchacho alto de ojos y cabellera oscura la piel un tanto blanquecina, sin duda era el mejor partido de este pueblito perdido en la nada, había llegado a Chajlaya (el nombre del pueblo donde vivo) para hacer sus trabajos de prácticas de su estudio en el colegio del pueblo haciendo de profesor de matemáticas, puesto que consiguió gracias a que su padre y el mío hicieron algunos negocios y para que no sea designado a un lugar donde no tendría a nadie que le colabore por eso mi padre ayudo a mover los hilos necesarios para que el llegue al lugar y no tenga que sufrir ninguna peripecia, se instalo en mi casa y vivió ahí todo el tiempo que duro su práctica, en cuanto se conocieron con Miyako se gustaron, empezaron a salir y de ahí se llego a un mutuo acuerdo de matrimonio y dentro de dos días se casaban, hoy debía de llegar el trayendo las cosas que faltaban para el matrimonio y así tener todo listo para el gran día.
Desde la curva donde ya se podía apreciar el pueblo el auto que llegaba dos veces por semana toco su bocina anunciando su llegada, era tan común eso en aquí, sonaba la bocina y los habitantes del pueblo se juntaban en la plaza para ver si había alguna novedad, quien llego, que trajeron y demás chismes que daban vida a la monotonía del pueblo, los niños se reunían para jugar al futbol las canicas o demás juegos infantiles después de un día de estudio y trabajo en la tierra. Aparco la movilidad a un costado de la plaza de a poco empezaron a bajar todos, los aldeanos que había ido a La Paz para vender sus productos llegaban trayendo productos para el consumo de su familia y cuando estos se terminaban iban a la tienda de mi madre a comprar todo lo que les faltaba.
El último en descender del coche fue kaien, con su porte altivo sus ojos rápidamente registro el lugar y cuando vio a mi hermana sus labios se extendieron en una radiante sonrisa, dejo la maleta que tenía en mano caer al suelo y corrió a abrazar y besar apasionadamente a mi hermana
No coman pan delante de los pobres – dije en tono molesto, pero mi cuñado soltó a mi hermana y me sonrió feliz, ya sabía que lo decía en broma
Para ti también hay enana – me dijo dándome un beso en la frente alzándome con sus fuertes brazos y hacerme dar vueltas
Ya, ya bájame Kaien – proteste entre risas, sin duda no tendría mejor cuñado que el
¿Cómo han estado mis hermosas mujeres? – pregunto mientras sostenía de la cintura a miyako y a mí por los hombros, nos encamino al coche de nuevo
Aburridas – dije enfurruñada y el solo soltó una risotada
Tú te aburres con todo Rukia – me dijo en todo despreocupado como si eso fuese normal
No hay nada decente en este pueblo – aclare
¿Ya leíste los libros que te deje? –
Se termino los tres en una semana – informo mi hermana sonriéndole – parece que el encierro le hace daño –
¿encierro? – pregunto – ella nunca para en tu casa –
Bueno la castigaron mis papas por hacer cosas que no debe –
¿Qué hiciste Rukia? – me exigió saber, a él no le gustaba que me porte mal era más protector que mi propio hermano
Nada – conteste suplicándole en mi fuero interno que mi hermana no diga nada, ya que si decía algo el no me daría mi ´´regalo`` prometido
Se fue en el coche al cruce de los caminos y ahí condujo a gran velocidad, un campesino vino a decirle a mi padre que la vio, cuando Rukia llego mis padres le reclamaron y ya la conoces ella se puso una fiera grito protesto y al final no podía salir a ningún lado, por eso no fue conmigo a hacer la compras a La Paz – le conto mientras yo la ahorcaba mentalmente
Rin no te enseñe para que arriesgues tu vida – me regaño Kaien y al ver la carita de perro degollado que le puse solo resoplo y hablo serio – te prometo que hablare para que te levanten el castigo – me dijo y yo le sonreí agradecida
Tranquilo Kai de seguro con tu llegada y la boda se les olvida y me dejan tranquila – le asegure
No causes más problemas Kia – me dijo casi desesperada Miyako
Haré lo que pueda – le asegure
No me percate que había otros dos hombres trabajando fuerte y duro bajando todo el cargamento de kaien del auto, uno era el chofer a quien yo conocía y al otro no, cuando terminaron de descargar había muchas cosas que llevar a casa y mi padre había mandado a Narciso el chofer para llevarnos quien presuroso se dispuso a ayudarnos a cargar a nuestro auto para que nos lleve a la casa
Miyako te presento a Mioga, será el padrino – dijo indicando al hombre de avanzada edad que ayudo a bajar las cosas – mioga ella es Kagome mi esposa y la pequeñita de aquí en Rukia mi cuñada – dijo y el hombre nos saludo amigablemente
Un gusto señoritas un placer conocer a la mujer que le atrapo al cabezota este – dijo riendo de la cara de fastidio que puso Kaien
Cállate viejo – contesto molesto
Nos subimos al auto y tuvimos que hacer un recorrido de quince minutos, la hacienda donde vivía era un tanto alejada, el viaje fue ameno el hombre conto algunas cosas interesantes de la ciudad, ciudad que había conocido muy pocas veces y solo un lugar, me distraje imaginando el atrio y la imponente iglesia de san francisco, el palacio legislativo, y la gran avenida denominada ´´el pardo``, de seguro sería algo lindo de ver y conocer, llegamos a casa y fuimos recibidos por mi padre y mi madre en la puerta de la casa, esa noche se realizo una cena de lujo donde los invitados eran el centro de atención, en esa charla Kaien comento de mi error y pidió que me disculpen y se me levante el castigo, ellos dijeron que ya no había problema pero que les gustaría saber cómo había aprendido a conducir y el estuvo a punto de revelar que había sido él y gracias a dios Miyako lo callo de un buen codazo que solo yo vi al tenerlos al lado, me reí disimuladamente.
Inuyasha anuncio que mañana llegaban sus padres y su hermano mayor que por cuestiones de trabajo y negocios se quedaría un corto tiempo con nosotros, yo como siempre me desentendí de su conversación y me dedique a pensar en los nuevos libros que me había traído mi cuñado, me sorprendió que me trajera más de lo que le pedí, no solo había libros donde enseñaban matemáticas, ciencias e historia, si no también habían novelas escritas por autores extranjeros eso me trajo alegría seguro hoy me la pasaría leyendo toda la noche, para mi pesar en este pueblo olvidado por el gobierno actual no había llegado la luz o lo nuevo de la ciudad, así que me tocaba hacer mis lecturas oculta debajo de las mantas con linterna en mano.
A la mañana siguiente me desperté temprano a las siete salí en dirección al colegio que yo ya no asistía por haber terminado mi estudio mucho más antes que mis hermanos, Salí con Kon mi perrito y me dirigí a uno de los terrenos de mi padre, ya que ese en este año no producía nada porque tenía que descansar la tierra, mi padre se había dedicado a enseñarle a mi hermano todo lo que es el trabajo en la tierra, claro nosotras ayudábamos pero igual no era lo mismo, todo lo que yo sabía era por andar escuchando sus enseñanzas al mayor o por observarlos en cada paso, me tendí en el pasto que aun tenía un poco de roció, tendí el mantel que lleve y ahí me dedique a leer, tenía un reloj antiguo que me regalase mi abuelo cuando era niña como un recuerdo, al cual yo cuidaba con mi vida era lo más contundente que tenia del cariño de mi abuelo, para cuando me digne a verlo era ya las dos de la tarde y media, me lleve un susto y como nunca me fui corriendo a mi casa, sabía que al medio día llegaba la familia de mi cuñado y se suponía que yo también debía de estar en casa para recibirlos, llegue ajetreada con la respiración acelerada, en la puerta se encontraba una de las señoras que ayudaban a mi madre en la casa cuando había mucha gente, me miro con ojos tristes y me indico en el idioma nativo que me esperaban en el patio trasero, suplique para que no me monten un drama, todos estaban tomando el café conversando animadamente.
Fue ahí que lo vi, era alto de cabellera naranja y un poco larga, su porte altivo y con un aire de superioridad, con una energía misteriosa que lo rodeaba, me miro a los ojos notando mi llegada, en ese momento deje de respirar, sus ojos eran castaños como los caramelos, su mirar era penetrante y envolvente, me obligue a desviar la vista, mi corazón latió rápidamente y cuando encontré la mirada de mi padre el latido de mi corazón ya no era por el hombre maravilloso que vi, sino mas bien por el miedo que me entro al ver el enojo de mi padre
Rukia donde estuviste – exigió saber mi padre con tono molesto
Lamento llegar tarde padre solo que me distraje – me sincere – me fui al campo a caminar un poco – dije con una voz suave
Ella es mi hija Rukia, la menor – me presento mi padre a los recién llegados – y como han podido apreciar es un tanto irresponsable – uyy eso si me dolió no me gustaba cuando mi papa se molestaba conmigo
Rukia ve a cambiarte estas hecha un asco – me regaño mi mama aun que no fue tan dura como mi papa – luego podrás saludar bien a los invitados y almorzar – me dijo
De acuerdo – dije y me di la vuelta a cambiarme, sentí que alguien me seguía
Entre a mi cuarto y di un portazo, al segundo escuche que alguien tocaba y luego ingreso a mi cuarto, era mi madre
Rukia tienes que ser más atenta en las cosas – me dijo
Papa está molesto – murmure
Sabes que él te quería aquí para que la familia de Kaien tuviera una buena impresión, paso un momento incomodo cuando no llegaste – conto
Lo sé má – dije – solo que me entretuve con mis libros y cuando vi mi reloj ya era tarde – le dije la verdad
Esos libros te distraen mucho – me miro con enojo mal fingido para luego sonreírme – pero si es lo que te gusta yo te apoyo – me dijo, para ese rato ya me iba poniendo un vestido alargado y de caída simple de color crema
Me gustaría ir a estudiar a la capital – volví con mi rollo de estudiar
si en mis manos estuviera, estudiarías todo lo que quieras – me dijo mientras ajustaba los cintos de la parte de atrás del vestido para que se ajuste a la perfección a mi cuerpo
Llegara el día mami donde las mujeres tengamos los mismos derechos que los hombres – le dije segura de que esto cambiaria en el futuro
Se necesitara mucha sangre para ello mi niña – me dijo mientras me sentaba en la butaca para peinarme una trenza larga y luego poner unos adornos florales en el cabello – ya estas hecha una princesa – dijo mientras me pasaba una chompa delgada para cubrir mis brazos desnudos
Espero que mi novio me perdone al verme a si – murmure mirándome con el entrecejo fruncido en el espejo, no me gustaba los vestidos
De seguro que tu novio te pide matrimonio – me respondió divertida mi madre al ver mi expresión, ella sabía que ´´mi novio`` me perdonaba todo después de un rato de enojo, la excepción había sido lo del coche pero luego las faltas me la pasaba
Salí al patio del brazo de mi madre mientras me contaba un chiste que habían hecho en el almuerzo y yo reí a carcajadas todos me miraron al oírme reír y Kaien me giño un ojo indicándome que había sido perdonada por su intervención, respire tranquila y por detrás me abrace a mi papa y le di un beso en la mejilla
Dígame mi novio hermoso que he sido perdonada por mi falta – le dije aun que el intento mostrarse molesto no pudo, soltó una risotada fuerte, de esas que el siempre daba y acaricio mi brazo que lo aferraba en su cuello
Pero mi novia me hace enojar y no obedece – respondió – creo que mejor me quedo con mi otra novia – dijo y abrazo a mi madre atrayéndola a su lado y le di un beso en la boca
Yo sonreí era tan lindo verlos así de cariñosos que me hacia bien a mi también, aun que claro para estar en esa situación mi madre había tenido que pasar muchas cosas logrando salir triunfante de todas las intrigas y trabas puestos por algunos miembros de la familia de mi padre, una cuñada envidiosa, una hermana asfixiante, y unas primas metiches que habían intentado por todo lado separar a mis padres y me alegre de que no lo consiguieran
Bueno Rukia saluda a los invitados bien – me dijo mi papa dándome un empujoncito para que me mueva y salga de mi trance, sonreí tímida y me sonroje porque me pillaran en mi mundo
Rukia te presento a mi familia – dijo Kaien salvándome del ridículo – el es mi padre Isshin Kurosaki – me mostro a un hombre mayor de buen ver y cabellera negra y una gran sonrisa – ella es mi madre Masaki – la mire y ella era hermosa, era una mujer sofisticada elegante, se vestía hermoso su cabellera castaña era larga y estaba suelta, sus ojos tiernos
Un gusto conocerlos – les dije dando una sonrisa de lo más cálida, me sabia ganar bien a la gente cuando me convenía - Kaien no ha hecho nada más que hablar de lo hermosa que era su madre y tiene razón – dije una verdad, detrás mío se escucho un carraspeo y me sobre salte, y vi como mi cuñado torcía los ojos
Pequeña él es mi hermano Ichigo, Ichigo ella es Rukia mi cuñadita – me dijo mientras me sobaba la cabeza (algunas cosas no cambian) pensé molesta, Kaien hacia eso desde que me conoció
Un gusto – le dije mientras le extendía mi mano, el sujeto la mía entre sus grandes manos y me estremecí levente ante sus contacto, lo mire a los ojos y me di cuenta, había quedado hechizada por sus ojos
El gusto es mío señorita – me dijo y se llevo mi mano a su boca para darme un beso en ella, todo sin quitarme los ojos de los míos logrando hacer que me sonroje
Hey, hey – intervino Kaien – devuélvele su mano a mi cuñada – dijo logrando que aparte mis ojos de su mirar y este lo miraba con cara de enojo
Niña su almuerzo está listo – me anuncio la señora que ayudaba en casa
Gracias, María – dije – les pido un permiso no quiero morir de hambre por mi descuido – les dedique una sonrisa tímida, tal vez mis palabras los ofendieran y mas mi acto despreocupado al llegar
Tranquila enana ve y come, mañana te necesito preparada para aguantar a Miyako – dijo Kai y Miyako le miro con ojos asesinos
Claro Kai yo le ayudo en todo – Salí a la cocina y empecé a comer, la verdad estaba nerviosa en ese lugar, aun me perturbaba la mirada que me dio el hermano de Kaien
Al vivir en un lugar sin muchas familias de ´´abolengo`` según mis padres a mí se me estaba prohibido entablar amistad con los jóvenes del pueblo, en especial con chicos que según mis padres no estaban a nuestra altura, y con las chicas, bueno yo no me juntaba mucho porque no podía hablar de nada con ella, quienes tenían los mismos pensamientos machismos.
Por desgracia me había tocado nacer en una sociedad donde las mujeres no teníamos derecho a nada, pero eso sí muchas obligaciones, y para alguien como yo, con un pensamiento cargado de ideas liberales, de la igualdad de los sexos y demás era en definitiva imposible adaptarse o encontrar alguien con quien compartir estos pensamientos, las mujeres del pueblo desde niñas eran instruidas a obedecer al hombre al pie de la letra, comenzaban obedeciendo a su padre, luego al marido y también a los hijos al final, era como ver una repetición de lo mismo cada generación, en mi casa no era diferente, mi madre se caso con mi padre al mes de conocerse, se enamoraron y casaron, llego a este pueblo donde si fue bien recibida por mis abuelos y detestada por otros integrantes, pero igual fielmente obedecía a mi padre, era como si no tuviera vida propia o mente propia pues ella acataba lo que él decía, lo mismo nos inculco a todas, Momo se caso porque mi papa así lo dispuso, Kagome si bien se casaba por amor, lo asía igual obligada por que mi padre quería algo seguro para ella así que adelanto la boda como se pudo, y yo, bueno, nuca estaba en el rango requerido por mi padre, yo sabía que él me quería y mucho pero no era del todo de su agrado, no le gustaba mi forma de pensar, no le caía en gracia que yo tuviera una opinión para todo o que simplemente me negase a hacer algo por que mi ´´creencia`` era otra, todo lo que mi padre odiaba en una mujer lo era yo, pero aun así por el hecho de ser su hija me quería, y yo lo obedecía en algunas cosas por ser mi padre, pero eso no cambiaba mi forma de ser, en definitiva me había equivocado de tiempo, debía de haber nacido un siglo después, para encontrar a gente con mis mismos pensamientos, lo que me mantenía era la firme esperanza de creer que de a poco cambiaria todo, pues en estos años que corrían las mujeres no podían ni respirar si el hombre no lo autorizaba, aburrida de ver ese entorno siempre elegía huir de la realidad a una donde yo tenía los mismos derechos que los hombre, donde podía estudiar en la universidad, trabajar y ganar lo mismo que los hombres.
Pero… justo en este instante no podía irme a ese mundo, en este momento mi mente no hacía más que evocar la imagen y la extraña sensación que me dio al ver a los ojos a ese hombre, sin duda Ichigo Kurosaki era un hombre imponente, su estatura junto a su buen físico le daban un garbo feroz y elegante, su cabellera naranja le hacía resaltar del montón y sus ojos, esos ojos en los que no había podido evitar caer, con solo recordar su mirada me estremecía y al recordar sus suaves labios en mi mano, la cual flotaba en mi ensoñación, me hacían dar esa misma chispa eléctrica que me recorrió, para cuando termine de recordarlo paso a paso, me di cuenta YO Rukia, la que había dicho no atarse a nadie, había encontrado un pedazo de mi corazón, ese pedazo donde se albergan los sentimientos de una mujer hacia un hombre, y me aterraba, me daba miedo caer enamorada como lo había hecho mi hermana con su hermano.
no creo que te haga bien la comida fría - me hablo un voz desde atrás, al girarme me tope con Kurosaki Ichigo, pegue un brinco del susto
No escuche mas lo que me dijo, solo me dedique a observar como sus finos y suculentos labios se movían, cuando los apretaba le daban a su rostro una expresión fría que me hacía temblar de miedo, y en la vez que me sonrió sus labios le dieron una expresión fresca que me dio confianza, era como tener a dos hombres en uno mismo, alce la cara un poco mas y sus ojos ardían con un toque hipnótico, me perdí ahí, y supe que no saldría más, Ichigo Kurosaki había logrado encerrarme en su enigmática forma de ser y mirarme, había logrado arrebatarme el corazón que tan celosamente guarde, para nadie en especial, o tal vez, solo tal vez, me había guardado para él, quien podía saber.
este ya lo habías repetido el anterior el cap 6 esta muy lindo me gustaría que sacaras mas porfa siiiiiii son muy interesantes
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