Kurosaki Karin era, de las dos hermanas Kurosaki, la más vivaracha de ambas. Siempre se había olido algo raro entre Kuchiki Rukia y su hermano mayor, siempre. Sus sospechas no solo eran de si eran o no shinigamis o algo por el estilo, iban mas haya. Cada que los veía juntos, la manera en que se enviaban miradas que mas que matadoras parecían provocadoras, cada que habrían la boca para decirse idiota, mas bien parecía que la abrieran para decir “me gustas tanto que no se como ocultarlo”. La verdad era que le agradaba un poco más Tatsuki, pero había algo en Rukia que le decía que ella era la indicada para su hermano. ¿Orihime? ¿Ella era candidata? Karin estaba segura de que su hermano tenía buen gusto, así que jamás la había considerado candidata al trono de reina en el mundo de Ichigo. Jamás. Y jamás lo haría, de eso estaba segura. Sin embargo, jamás había cachado en la movida a sus hermanos o por lo menos no se había dado cuenta…
Mientras que Kurosaki Yuzu era, de ambas, la más amable y despistada. Ella quería mucho a su onee-chan, Rukia-chan. Le fascinaba la idea de que su hermano mayor tuviera algo con ella, pues, en su opinión, era mucho mas linda y femenina que Tatsuki-chan y mucho mas inteligente y tierna que Orihime-chan, la cual le caía tan mal que había decidido no cocinar rico si algún día su hermano tuviera el atrevimiento extremo de llevarla a su hogar, jamás le perdonaría tal ofensa a su hermano. Para ella no solo era ofensa para Rukia-chan y ella, que estaba de su bando, si no también era ofensa severa a la cocina. Pero jamás se imagino que de verdad hubiera algo entre sus hermanos…
Pero ahora es el ahora, y ahí estaban las dos perplejas ante lo que veían. Karin puso cara picarona y Yuzu se sonrojo como si estuviera ante la escena más bella de la telenovela de Amor Real… Bueno, se asemejaba un poco, pero no era para tanto, creo. Ambas hermanas se miraron como preguntándose que hacer mutuamente, pero no hubo respuesta. Yuzu volteo a ver al póster de su madre, como rogándole que hiciera algo… Y fue vilmente escuchada.
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Cuando Kurosaki Ichigo y Kuchiki Rukia trataban de estar juntos, todo el mundo parecía estar en su contra. Ese día fue la gota que derramo el puto vaso. Ichigo tenia toda la intención de pasar el recreo con su novia de una forma especial, algo calientita tal vez para esos días de frío que aun le quedaban al maldito invierno que se le estaba haciendo eterno, seguro por la batalla que tubo alguna semana atrás… Pero todo el mundo estaba en su contra. Primero Keigo con sus mamadas y después la estúpida… quiso decir, la inteligente de Orihime con sus sonseras de Kurosaki-kun, podemos hablar un ratito, por favor… Ni modo, ahí va el mártir. Tubo que aguantarse las ganas de querer ahorcar a su compañera chillona mientras esta parloteaba algo sobre la amistad y todo lo que había vivido hasta que el cerebro de Ichigo proceso lo que le dijo…
-Entonces yo… me alegre tanto de escuchar que habías venido por mi, Kurosaki-kun…-Orihime le estaba narrando sus emociones cuando estuvo en Hueco Mundo, Ichigo miraba su reloj y después a Rukia, nunca poniéndole atención a Inoue.-… Me dio una tremenda alegría cuando supe que habías desobedecido ordenes para venir por mi y pues yo… lo se todo Kurosaki-kun.-Dijo alegremente.
-¿De que hablas?-Inquirió Ichigo.
-Se que estas… enamorado.-Dijo con un deje de emoción.
-¿De verdad?-Se mostró sorprendido.-¿Tan obvio soy?-Se rasco la cabeza y pensó que debía hablar con Rukia, Renji e Ishida ya le habían dicho que era un poco obvio y tenia que tener cuidado.-“Una escusa para meterla en mi cama… digo, mi recamara”-Pensó.
-Y pues yo también…-Estaba nerviosa.-Así que… la respuesta es si.-
Ichigo se la quedo viendo como quien ve un fantasma… Bueno, es un decir. Trago saliva y se mordió la lengua para no reírse, pero no le servio de nada. El joven Kurosaki se boto en carcajadas algo estrondosas. Orihime se lo quedo viendo confundida. ¿Que era tan gracioso? Todos alrededor se lo quedaron viendo raro.
-¡A ver, a ver!-Dijo Ichigo calmándose.-¿Tu crees que estoy enamorado de ti? ¿De ti, Inoue Orihime? ¿Yo? ¡Que buena broma!-Para Orihime esa era una pesadilla.-Mira si fui por ti es porque eres mi amiga y pues… le gustas a mi mejor amigo, pero nada mas. De ahí en fuera… por mi, te hubieras quedado con Aizen, total que no había diferencia ¿Qué podías hacer? Aunque los curaras a todos, aun así los hicimos puré y tu solo te quedaste sentada diciendo Kurosaki-kun… ¡Rayos! ¿Cómo no me lo olí antes? Joderrrr, Ichigo eres muy distraído…-
Después de ese incidente, Tatsuki quiso golpearlo y el termino regresándole el golpe y dejándole en claro que la tonta era Orihime y que ella era una metiche pues no tenia porque meterse. Arisawa lloro como loca y le dijo que ella también le amaba delante de Rukia, Ichigo quería morirse. También, ya regresando a casa, Keigo se le declaro a Rukia y lo único que consiguió fue un puñetazo de Renji, para que Ichigo no se viera tan sospechoso. Renji confeso que le gustaba Tatsuki, todos se quedaron en blanco. Ya pues, en casa, las cosas se pusieron algo calientes. Primero, como de costumbre, se pelearon por todo lo que había pasado en el día, después uno que otro beso arrebatado por Ichigo y al final la ropa empezó a estorbarles.
Sin embargo, aunque todo era maravilloso, no dejaban de estar en la sala y en cualquier momento las hermanas de Ichigo llegarían. Rukia se percato de la presencia de ambas niñas y quiso separar a Ichigo, pero solo logro excitarlo más. La pequeña Kuchiki termino teniendo que pegarle al shinigami sustituto.
-¿¡Porque coño hiciste eso!?-Cuestiono Kurosaki.
-Porque…-Rukia se volteo señalando a las dos hermanas que estaban algo rojas, ambos traían muy poca ropa.
-¿Yu-Yuzu? Gulp… ¿Kari…Karin-n-n?-
La sala se envolvió en un silencio extremo en donde ninguno de los cuatro sabía que hacer o que decir. Ichigo tomo su pantalón y empezó a ponérselo, le tiro en sima su camisa blanca a Rukia para que se cubriera el pecho, le había quitado el brassier y ella trataba de cubrirse con las manos. Rukia vio como Ichigo recogía su ropa y entendió la indirecta, vámonos a mi habitación. Ambos empezaron a caminar lentamente.
-¡E-esperen!-Dijo rápidamente Yuzu.-¡No se vayan!-
-¿¡Son novios!?-Karin fue más directa.
Los dos shinigamis se quedaron inmóviles y se dirigieron miradas de ayuda mutuamente. Ichigo trago saliva y asintió con la cabeza afirmativamente mientras tomaba de la mano a Rukia y salía corriendo escaleras arriba, Rukia prácticamente muerta.
-¡¡LO SABIA!!-Gritaron al unísono ambas hermanitas.
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