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domingo, abril 29, 2012

Cap XIV HISTORIA


El Tanabata es, sin duda, una de las celebraciones mas importantes en el año para cualquiera que se hace llamar japonés. En la familia Kurosaki, dicho festival, era todo un suceso. Desde antes de morir la esposa de Kurosaki Isshin, el día del Tanabata era toda una fiesta en la casa. Ese año no seria la ecepción. Solo faltaba un día para la fecha tan esperada. Kuchiki Rukia estaba impresionada viendo como todos los miembros de la familia estaban tan contentos con la fecha. ¿Tan importante era para ellos? Le gustaba la historia del Tanabata…
-¿Tanabata?-Pregunto Rukia a Ichigo después de que ambos se encerraran en su habitación.
-¿Nunca has escuchado del Tanabata, Rukia?-
-Si, pero… Aunque también se celebra en la Sociedad de Almas, nii-sama nunca me ha permitido ir a uno de ellos. Dice que es para gente corriente…-
-¿¡Gente corriente! Tu hermano esta idiota… El Tanabata es importantísimo, Rukia…-
Ichigo empezó a rebuscar algo en su closet. Rukia le miro con un semblante enternecido. Ichigo estaba entusiasmado. Rukia dio un largo suspiro mientras pensaba que ahora que era parte de la familia Kurosaki, podría al fin celebrar el famoso Tanabata, pero no sabia ni que hacer… Primero que nada, necesitaba un kimono, después como peinarse… Pensó que lo mejor era preguntarle a su asesora de imagen personal, Inoue Orihime. Se puso de pie hasta que un pequeño grito de Ichigo diciendo "¡Aquí esta!" la asusto un poco y dio un pequeño respingo. ¿Acaso se había vuelto loco?
-Rukia… ¿Nos acompañaras al Tanabata?-Pregunto el joven a espaldas a ella.
-¿Eh? Pues… si no es molestia, por mi estará bien.-Contesto.
-Bueno…-Ichigo relajo los hombros.-Necesitaras un kimono, ¿sabes?-Se volteo para verle a la cara.-Ahh… mira… no soy bueno para esto, pero… no te di nada el día de tu cumpleaños… se que ha pasado mucho tiempo, pero… bueno, ten.-
Ichigo estiro sus brazos ante la mirada algo confusa de Rukia. La chica aludida tomo lo que el joven le ofrecía. Era un kimono. Lo desdoblo para verlo mejor. Era de color azul marino oscuro con un estampado dorado de un sol enorme y una luna de las mismas proporciones sobre el sol, como si se tratase de un eclipse o algo parecido a ello. Los ojos de la shinigami se iluminaron con el regalo, Ichigo desvío la mirada algo sonrojado.
-Gracias, Ichigo…-Abrazo el obsequio contra su pecho.-Es muy hermoso…-
-… Era de mi mama.-Volvió a dar la media vuelta para seguir revisando su closet.
Rukia abrió los ojos de par en par. ¿Qué había dicho? La chica dirigió su mirada interrogante a Ichigo, pero este estaba a espaldas de ella de nuevo.
-Ichigo…-
-No me digas que no lo quieres porque según tú no te lo mereces.-
La habitación se inundo en silencio. Ichigo saco de su closet otro kimono, al parecer suyo. Rukia salio de la recamara algo incomoda y se dirigió a la habitación que compartía con Yuzu y Karin junto con el kimono obtenido.
-Rukia nee-chan, ese Kimono…-Dijo Yuzu al verlo.
-¿Ichinii te lo regalo?-Pregunto Karin. Rukia asintió con la cabeza afirmativamente algo roja.-Baya, creí que no se atrevería…-
-¡Karin-chan! Aunque… es verdad, tenía pocas esperanzas en Ichinii…-
-De seguro fue muy torpe cuando te lo dio, ¿verdad?-
-¿Eh?-Rukia se sorprendió un poco al notar que las niñas sabían lo que su hermano haría.-Pues… si, un poco…-
Las niñas empezaron a reírse. Rukia volvió a mirar el kimono entre sus manos y no pudo evitar sonreír. La chica volvió a abrazarlo. Conocía la historia del Tanabata y en cierta forma se sentía identificada con la princesa y sentía que se parecía un poco a lo que ella había vivido con Ichigo… Lo amaba. ¿Y el?
-¡Ichigo! ¿¡Eres pendejo o que! ¡Volviste a perder la oportunidad de declarártele a nee-san!-
-¡Ya se, ya se, Kon!-Admitió.-Es que… es tan difícil… a veces pienso que ella me corresponde, a veces que no… y luego cuando pone esa cara de circunstancia… ¡ARGH! ¡No se que hacer! Además… no soy bueno en las palabras…-
-Hay, Ichigo…-Kon cruzo sus bracitos afelpados en señal de analizar el problemilla.-¿Porque no… en ves de usar palabras, simplemente… le haces el amor?-
Hubo un silencio que le indico a Kon que, aunque Ichigo no lo dijera, consideraba la idea como algo posible. El pequeño peluche sonrío con triunfo, Ichigo era, al fin y al cabo, hombre.
-¿¡¿¡TE HAS BUELTO LOCO!-
-¡Solo es una opción!-Contesto.-Además… no es nada del otro mundo… Y ya lo dije: hazle el amor. ¡AMOR! Dios, eres mas niño de lo que pensé Ichigo… ¡Estas a punto de cumplir 16 años!-
-¡Por eso mismo! Soy… demasiado chico aun… no, no le puedo hacer algo así… por Dios…-
-¿Qué dijiste? ¡SERAS NIÑO!-
-¡Ya cállate!-
-¡Pues si no le quieres decir, solo demuéstrelo! Es mas fácil que se lo demuestres de esa forma y si ella acepta la iniciativa y te responde con lo mismo, quiere decir que también te ama… eres lento en estas cosas, Ichigo…-Kon casi llora hablando con Ichigo, se sentía todo un adulto hablándole al pelinaranja.-Vamos, no tienes nada que perder…-
-¿Y si ella no quiere? Quedare como un maldito pervertido…-
-… Es mejor que nunca saber la verdad.-
-Ah…-
La gente sonreía de sobre manera. Los puestos de comida estaban hasta el tope de gente y todo olía deliciosos. Los niños corrían con alegría y gente jugaban con juegos artificiales pequeños. Rukia iba en compañía de la familia Kurosaki. Isshin parecía un niño más y veía todo junto a Yuzu, Karin solo los seguía e Ichigo buscaba con la mirada al resto de sus amigos.
-¡Kurosaki-kun, Kuchiki-san!-Inoue los vio antes que ellos a ella y los demás.-¡Aquí estamos!-
A todos se les escurrió una gota por la nuca, a veces Orihime era demasiado escandalosa y tenían ya las miradas de todo Karakura sobre ellos. Ichigo y Rukia caminaron hacia sus amigos. Cuando llegaron con ellos, Ishida, Keigo, Chad y Mizuiro no pudieron evitar abrir levemente la boca. Kuchiki Rukia llevaba puesto el bello kimono azul marino oscuro con estampado dorado de un Sol y una luna; su cabello estaba recogido con una pinza del mismo azul marino y tenia adornando su cabello un broche de una flor de color dorado; su carita morena expresaba sorpresa y curiosidad y con sus labios levemente pintados de rosado se veía lo suficientemente linda para decir que era una Lolita. Ichigo les envío una mirada matadora y con ello tuvieron que cerrar sus bocas, a menos que quisieran ser exterminados por un par de ojos ambarinos llenos de celos. Orihime solo sonrío al igual que Tatsuki.
-¡Te ves hermosa Kuchiki-san!-Dijo alegremente Inoue.
-¿Eh? ¿Tu crées? Arigatou, Inoue…-
-Na, na… ya párenle, mejor vamos a divertirnos un rato…-Dijo Tatsuki sacando a todos del pequeño aprieto.
La noche paso divertida para todos. Rukia no dejaba de curosiar y se metió en uno que otro problema junto con sus amigos, además, Ichigo tenia que andar de guardaespaldas porque todos los chicos se le acercaban con doble intención, según el, claro esta. Rukia se preguntaba entre ratos del porque del comportamiento del joven shinigami sustituto que esa noche se veía simplemente genial. El kimono negro que llevaba tenía algunos bordes de naranja y se veía de verdad muy guapo. Aunque, la verdad, le sorprendió un poco que Orihime ni roja se pusiera. A decir verdad, tenia como dos horas que se había ido con Ishida Uryuu a sabrá Dios donde, los demás solo dijeron "aleluya".
-Ya casi es la hora de los juegos artificiales…-Comento Tatsuki.-De seguro Orihime los verá con Ishida.-Dijo.
-Si, es verdad…-Hablo Mizuiro.-Bueno, yo me voy… tengo una cita para ver los juegos artificiales…-
-¿¡QUE! ¡NO ES JUSTO!-Grito Keigo de forma dramática.
-Ya cállate, Asano-san…-Dijo haciendo algo con su celular.
Keigo siguió parloteando algo sobre que Mizuiro era un traidor y Tatsuki termino por golpearlo y llevárselo lejos. Chad puso una escusa algo boba y dejo a Ichigo solo con Rukia. Pronto Kurosaki se dio cuenta de que Chad y Tatsuki habían hecho eso a propósito, ¿era demasiado obvio entonces? Suspiro y volteo a ver a Rukia, ella solo apoyo su cabeza a un lado mientras ponía un dedo en su barbilla representando que tenia duda de algo, Ichigo se sonrojo levemente, pensando que se veía realmente tierna al hacer eso. Les agradecía el gesto tan amable a sus amigos entonces…
-Bueno… hay que buscar un buen lugar para ver los fuegos artificiales, ¿te parece?-Cuestiono Ichigo volteando su mirada.
-¿Eh? Si, claro…-Contesto.
-En ese caso…-Ichigo le ofreció su brazo cortésmente, Rukia lo miro curiosa y después sonrío, aceptando la oferta.-Va-vamos…-
Así pues, llegaron hasta la orilla del pequeño río que pasaba por el pequeño pueblo. Ambos se sentaron viendo hacia el cielo adornado con miles de estrellas. El aire era frío, pero acogedor y el ambiente que se vivía era de inmensa paz. Faltaba poco para los fuegos artificiales.
-Si quieres apoyar tu cabeza en mi hombro, no hay problema…-Dijo rápidamente Ichigo mientras se sonrojaba. Rukia solo sonrío y apoyo su cabeza en el hombro de Ichigo como lo sugerido, Ichigo se sonrojo mas.-Oye, Rukia…-
-Calla, lo se…-
El corazón de Ichigo empezó a latir a mil por hora. ¿Qué había dicho? ¡Ni siquiera tubo que abrir la bocota! Con esto, el tubo la suficiente confianza para pasar su brazo por la espalda de Rukia, abrazándola, acercándola mas a el.
-¿Y tu?-Pregunto el al momento que empezaban a verse los primeros fuegos artificiales en el cielo.
-¿Tu que crees?-Dijo en un murmuro.
-¿También?-
-Claro que si…-

1 comentario:

  1. que linda la historia sigue sacando mas mas ... porfa son muy lindas siiiiiiii

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