Trago saliva por centésima vez en el rato que tenía parado frente al escritorio de su padre. No sabia que hacer. Tenia ganas, pero no debía. Ok, no tenía porque hacerlo. Ya tenía todo lo que pudiese pedir. Acababa de cumplir 16 años y su regalo fue su primer auto –aunque aun no sabía ni manejar-. ¿Qué mas quería?... Bueno, eso que estaba ahí. ¡No! ¿Por qué quería probar algo como eso? Esperen, ya lo había probado en una apuesta. Suspiro. Esa era la razón; le había gustado aquello y ahora se le prestaba la oportunidad de volver a probarlo.
-De acuerdo, solo uno…-Dijo para si mismo.
Kurosaki Ichigo de 16 años tomo con miedo la cajita blanca que estaba en el escritorio de su padre. Sabía que su viejo fumaba una vez al año y no se daría cuenta. Sonrió como un niño haciendo travesuras al tener entre sus manos el cigarrillo que tanto anhelaba. Volteo con cautela a todos lados y se lo guardo en el bolsillo de su camisa. Tomos las hojas blancas que originalmente eran su objetivo y salio lo mas rápido que pudo.
-¿Ichinii?-Yuzu lo vio salir del consultorio de su papa como si de un ladrón se tratase.
-¡Yuzu!-El chico se asusto.
-¿Te asustaste, Ichinii?-Quiso saber, por el rostro de su hermano supo que si.-Gomen ne. –Se disculpo.-¿Qué hacías?-
-¡Na… nada!-Contesto con nerviosismo.-Fui por unas hojas…-Se las mostró para hacer mas claras sus palabras.
-Ah, ya veo…-Sonrió.-Dentro de poco la cena estará lista.-
-Oki. Voy a hacer mi trabajo.-Ichigo subió las escaleras lo mas rápido que pudo.
-¡Ichinii!-Yuzu lo llamo, pero el ya se había ido.-Olvide decirle que Rukia Onee-cha estaba durmiendo en su recamara…-
Ichigo entro en su habitación apurado y cerro con seguro la puerta. El chico dejo las hojas en su escritorio y saco el cigarro robado. Dudo un segundo, pero al final se decidió. Agarró el encendedor que uso para la clase de química y con el encendió el objeto blanco, se lo metió a la boca y después de inhalarlo, expulso el humo de su cuerpo.
-No lo vuelvo a hacer, lo juro…-Dijo a la nada.
Ichigo volvió a sacar el humo de su cuerpo y volteo su mirada hacia su cama. El chico casi se ahoga con el humo al ver a Kuchiki Rukia durmiendo placidamente sobre su colchón. Después de normalizar su respiración, se metió el cigarro de nuevo y se acerco a ella.
-Menos mal que estas dormida…-Murmuro acariciando su rostro.-Que tonto me veo…-Se dijo a si mismo.
No podía evitarlo. Ella era su novia oficial y verla dormida en su cama le traía ciertos recuerdos. Volteo a ver hacia la ventana y se dirigió a esta. La abrió para que el humo no se quedara en su recamara y despertara a Rukia. Mala idea. El sonido de la ventana al abrirse despertó a la pequeña Kuchiki. Lentamente Rukia se incorporo en el colchón y dirigió su mirada hacia su novio. Lo observo detenidamente. ¿Qué hace? Vio salir el humo de alguna parte, el estaba a espaldas de ella. Rukia se puso de pie y camino hacia el con curiosidad. Al acercarse un poco mas pudo fijarse perfectamente en lo que hacia. Estaba fumando. ¿Ichigo fuma? El viento soplo moviendo los cabellos de ambos, Rukia se puso a un lado de el, Ichigo aun no notaba su precensia. El joven cerró los ojos al sentir la brisa e inhalo el humo nuevamente. Rukia se sonrojo, Ichigo exhalo el humo de nuevo.
-Se ve…-Pensó al chica viéndolo directamente.-... Se ve muy guapo.-Dios, tenia que admitirlo.-Ichigo…-Lo lamo.
-¡Rukia!-Ichigo se sorprendió al verla a su lado y dio un pequeño respingo.
-Te ves bien cuando fumas…-Le comento posando su mirada hacia el frente, viendo el sol al ocultarse.
-¿Cómo?-Exclamo después de mirar el cigarro acusador.
-Que te ves bien cuando fumas.-Ella cerro los ojos.
El joven no podía dejar de verla como hipnotizado. Se veía hermosa, tenía que admitirlo. Sus cabellos se veían revueltos por las horas en que había estado dormida y el pequeño rubor en sus mejillas la hacía ver como una pequeña niña. Ichigo recordó con algo de melancolía que su padre le había contado alguna vez acerca de que su madre le dijo que Te ves bien cuando fumas. Trago saliva, eso si que era una extraña casualidad. Por instinto volvió a meterse el cigarro entre la boca. Seguramente para que Rukia siguiera viéndolo de esa manera tan poco normal en ellos.
-No sabia que fumaras..-Rukia volteo a verle.
-No… en realidad no fumo, pero esta vez se me antojo…-
-Ah…-
-Rukia…-La llamo, ahora el volteo a verla.
-Dime.-Dijo ella en un susurro.
Ichigo apago el cigarro y tiro la colilla a la calle, no podía arriesgarse a que su padre la hallara. Suspiro y volteo a ver de nuevo a Rukia. La chica bostezo e Ichigo esbozo una sonrisa. Se veía realmente kawaii haciendo ese gesto. El joven acomodo uno de los mechones de cabello de la chica detrás de su oreja para después tomar su mentón y obligarle a verle de frente. Rukia no se opuso a nada y sonrió de esa manera que solo Ichigo conoce. El joven hizo lo mismo y finalmente la beso. Fue un beso calido e Ichigo recordó de repente que su aliento no era agradable después de fumar. Se separo rápidamente de la chica, Rukia se sorprendió un poco aunque también se lo agradeció mentalmente.
-Gomen…-Soltó de repente Ichigo bajando la cabeza, de verdad estaba avergonzado.
Rukia lo observo detenidamente hasta que comprendió el porque se disculpaba. Le sonrió. A ella realmente no le importaba eso. Aunque si, era desagradable y le agradecía que le importara que ella estuviera cómoda con el. Se acerco al chico y tomo entre sus manos su rostro, aunque tuvo que ponerse de puntitas. Ahora fue Rukia quien lo beso, aunque no fue por mucho tiempo. Ichigo la miro sorprendido, pero al final sonrió.
-¿No se molestara tu papa?-
-¿Quién dijo que el viejo tiene que enterarse de que le robe un cigarro?-
-¿Se lo robaste? Creí que lo habías comprado…-
-…-Ichigo guardo silencio.-Bue…-
-¡¡I-C-H-I-G-O!!-La voz de Isshin se escucho detrás de la puerta.
Ichigo y Rukia se despegaron prácticamente al instante. El hombre tiro la puerta para poder entrar, sorprendiendo a Ichigo que vio pasar su vida frente a sus ojos al momento en que se percato de que su padre traía consigo la caja de cigarros. Trago saliva y Rukia volteo a verle. El joven se veía pálido y sudaba frió. Kurosaki Ichigo ya se estaba dando por muerto.
-¡HIJO!-Isshin de un solo salto llego hasta donde estaban Ichigo y su tercer hija.-¡Hijo mío! ¿¡Me has robado un cigarro!?-
-¡Puedo explicarlo, viejo!-
-¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!-
Isshin mando a volar a su hijo hasta el closet. Ichigo se paro molesto directo a querer golpear a su padre. Eso si que era amor. Pero fue sorprendido por un abrazo marca papa oso. Ichigo sintió que el aire se le salía y exprimió al máximo su cerebro para entender porque su padre había echo eso. El mismo Isshin lo saco de la duda.
-¡Estoy muy orgulloso, Ichigo!-Dijo el hombre impresionando a los dos jóvenes.-¡Este es el primer paso para que te conviertas en un verdadero hombre!-Siguió con su discurso sobre ser hombre.-¡Yo empecé a fumar a los 14 y tu hasta ahora! ¡Ya me estabas asustando! ¡HIJO! Te regalo todas las cajas, solo déjame con una…-
Ichigo simplemente quería morir. ¿¡Tanto trabajo que le había costado agarrar el maldito cigarro para que su padre terminara regalándole todas las cajetillas que tenia!? El chico se dejo caer en su cama con los ojos en blanco mientras Isshin corría por toda su casa gritando que su hijo estaba a punto de convertirse en un hombre. Rukia se rió de el y le beso la frente, Ichigo solo suspiro con cansancio para después gritar…
-¡MALDIIIIITA SEAAAAA!-
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